¿Se puede tener éxito sin saber desde el principio “qué quieres ser”?

A los 17 años, Jorge estaba rodeado de compañeros que parecían tenerlo todo claro: medicina, derecho, ingeniería… Mientras tanto, él solo sabía que le gustaba aprender cosas nuevas, pero no tenía ni idea de qué estudiar. Sentía la presión de “tener que decidir” como una mochila demasiado pesada. Años después, Jorge descubrió que no estaba solo, muchos adolescentes se sienten presionados por no tener claro su futuro profesional. Y muchos, como él, se preguntan: “¿Se puede tener éxito si no sé desde ahora qué quiero ser?”.

La idea de que debemos saber desde la adolescencia qué vamos a ser el resto de nuestra vida es una de las presiones más grandes que enfrentan los jóvenes. Pero ¿y si te dijera que no tenerlo claro desde el principio no es un fracaso, sino una oportunidad? Este artículo está dirigido a todos esos chicos que se sienten inseguros, que miran a su alrededor y piensan: “¿Y si yo no estoy listo para decidir?”. La buena noticia es que el éxito no siempre empieza con un plan definido.

Este artículo busca demostrar que se puede construir una vida profesional exitosa incluso si al terminar el colegio aún no tienes una respuesta clara sobre tu vocación.

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¿Por qué creemos que hay que saberlo todo desde el principio?

• Porque nos enseñaron que la universidad define nuestra vida.
• Porque la sociedad premia a los “decididos” y cuestiona a los “indecisos”.
• Porque creemos que si no sabemos, nos vamos a quedar atrás.

El caso de Sofía y la pasión por explorar

Sofía terminó el colegio con excelentes notas, pero sin una vocación definida. Probó ingeniería, pero no le llenó. Luego se inscribió en cursos de fotografía, programación y marketing digital. A través de estos “ensayos”, descubrió que su verdadera pasión estaba en crear contenidos audiovisuales. Hoy lidera un equipo de storytelling para marcas. ¿Su historia? Un ejemplo de que el camino profesional no siempre es lineal.

Historias de éxito de quienes no sabían qué querían ser

• Oprah Winfrey: antes de ser la conductora más influyente del mundo, pasó por periodismo, actuación y hasta ventas. Solo al permitirse explorar, encontró su propósito.
• Steve Jobs: comenzó en la universidad y la abandonó para viajar y descubrir otras culturas. Fue en ese proceso que desarrolló la creatividad que luego revolucionó la tecnología.
• Emma Watson: actriz y activista que, mientras estudiaba en la universidad, exploró varias pasiones hasta encontrar el equilibrio entre arte y compromiso social.

Posiblemente creas que son ejemplos que no te tocan porque son gente famoso, es efecto, lo son, pero también son personas como tu que estuvieron llenos de dudas.

¿Es necesario saber tu vocación desde el inicio para tener éxito?

La respuesta corta es NO. Según datos de Gallup (2023), el 70% de los profesionales exitosos cambiaron de carrera o de industria al menos una vez antes de los 30 años. Esto demuestra que el éxito no siempre depende de una decisión temprana, sino de tu capacidad para aprender, adaptarte y crecer.

Señales de que aún estás buscando tu camino (y que eso está bien)

• Sientes curiosidad por muchas áreas y te cuesta decidir.
• Te preguntas si hay algo “mal” contigo por no tenerlo claro.
• Te emociona la idea de explorar distintas oportunidades.
• Piensas que decidir una sola cosa es como cerrar puertas.

Cómo encontrar tu camino sin tener claro qué estudiar

• Explora sin miedo: Participa en talleres, cursos cortos o voluntariados en distintas áreas.
• Haz un test vocacional profesional: Un test de orientación vocacional bien diseñado puede mostrarte áreas de interés que no habías considerado.
• Habla con personas que admires: Pregúntales cómo llegaron a donde están. Descubrirás que pocos sabían desde jóvenes lo que querían ser.
• No te compares con otros: Cada camino es único. Lo importante es que el tuyo sea coherente con quién eres.
• Acepta que cambiar es parte del proceso: Muchos profesionales exitosos construyeron su carrera probando, equivocándose y ajustando su rumbo.

Consejo práctico: El mapa de intereses

Haz una lista de las actividades que disfrutas y las que no soportas. Por ejemplo:

• Lo que disfrutas: escribir, investigar, trabajar en equipo, diseñar.
• Lo que no soportas: repetición, trabajos mecánicos, tareas sin creatividad.

Ese simple ejercicio puede orientarte hacia carreras que conecten con lo que te hace sentir motivado.

No tener claro qué quieres ser desde el colegio no es un problema. Es una oportunidad de conocerte, de explorar y de descubrir caminos que ni sabías que existían. Lo importante es que tu elección profesional no se base en el miedo o la presión, sino en tu curiosidad y en tu deseo de crecer.

¿Y tú? ¿Qué harías si supieras que no tienes que decidirlo todo hoy para tener éxito mañana?